Cuando los políticos tienen miedo de perder toda legitimidad de su poder, reprimen sin escrúpulos; cuando son miles las personas que se enfrentan a su miseria, criminalizan a través de los medios y aplican medidas de castigo, vulnerando los principios de sus propias leyes.
Desde el 29 de marzo hay 3 personas que están en prisión preventiva. Una de estas, Javi, fue detenida cuando participaba por la mañana en un piquete informativo en el barrio del Clot, mientras que Isma y Dani fueron detenidos en un piquete de Zona Universitaria.
Durante toda la jornada de protesta contra la reforma laboral y los recortes se produjeron en Barcelona un total de 56 detenciones, alcanzando la cifra de 79 en el resto de Catalunya.
Algunas de estas personas salieron en libertad provisional después de haber pagado una fianza de 3000 y 4000 euros; otras salieron con cargos y tendrán que ir a firmar a juzgados cada 15 días, semanalmente o dos veces por semana. También hay quien salió de la comisaría después de haber recibido graves palizas de la policía. Un chico, por ejemplo, fue dejado en las puertas de la comisaría con el fémur roto, sin dinero y sin móvil, de madrugada, u otros dos a los que tuvieron que extirpar el bazo debido a los puñetazos y patadas propinadas por los mossos.
Tampoco olvidamos el centenar de heridos a causa de la brutalidad policial, que una vez más los mossos d’esquadra han utilizado. Que tengamos constancia, sólo por las balas de goma hay 20 personas heridas, una de ellas un niño de 4 años y dos se han quedado sin visión.
Los medios de comunicación se han encargado desde el primer momento de estigmatizar las huelguistas y de legitimar la actuación policial: las palizas, el uso de pelotas de goma e, incluso, la vuelta a los gases lacrimógenos. Lo están haciendo para desviar el debate de por qué miles de personas habían salido a la calle decididas en un día de huelga general. Pretenden confundirnos y dividirnos sembrando el miedo, pero las que salimos aquel día, que somos muchas y muchas, sentimos la fuerza de sabernos juntas, de sabernos fuertes y eso ya no lo olvidamos. El 29 de marzo la calle era nuestra y a pesar de que desde la madrugada se produjeron las primeras identificaciones y detenciones, la jornada continuó adelante.
No obstante, pese a la represión y a los abusos policiales que se produjeron aquel día, para muchas de nosotras el balance de la jornada de lucha es positivo: las vías para acceder a Barcelona estaban cortadas, muchos comercios cerraron, centenares de miles de personas no fueron a trabajar, muchas también hicimos huelga de consumo y dimos una respuesta masiva en la calle.
Ahora que tres personas están en la cárcel y que luchamos por su liberación recordamos que decidimos hacer huelga porque estábamos y estamos cansadas que unas pocas personas decidan sobre nuestras vidas, imponiendo unas reglas de juego unilaterales y de arriba a abajo. Desde la privatización de la sanidad y la educación, los desahucios y desalojos de quien no puede pagar un alquiler o una hipoteca a la nueva reforma laboral que permite aberraciones tales como un despido por estar enfermo, el fin de los convenios colectivos o la libre aplicación de ERE… Cada día nos ahogan más, pero también cada día nos engañan menos.
Jurídicamente no se sostiene que por desórdenes públicos se prive a alguien de libertad. Estas situaciones nos aclaran cómo funciona la “Justicia” y en manos de quién se encuentra. Felip Puig, con sus declaraciones y amenazas de restringir el derecho de reunión, endurecer el código penal y fomentar la delación ciudadana, así como el Gobierno estatal como medidas como extender la legislación antiterrorista a los actos de vandalismo urbano, nos muestran que las leyes son herramientas políticas. La decisión de encarcelar a Javi, Isma y Dani no corresponde a aspectos legales sino a unos intereses concretos para paralizar las protestas. Actitudes del mismo cariz se dieron durante la manifestación de apoyo a las encarceladas y detenidas el lunes día 2 cuando los mossos d’esquadra detuvieron un hombre con diversidad funcional, abandonando su silla de ruedas, dejándolo en libertad con cargos de desórdenes publicos esa misma madrugada.
El aislamiento y las amenazas no tienen cabida en la ilusión de encontrarnos
La precariedad pierde su peso cuando nos damos apoyo mutuo
Los recortes nos reafirman en la autoorganización
La represión, incluso el encarcelamiento de nuestras compañeras, no nos detiene cuando partimos de que…
¡SI NOS TOCAN A UNA, NOS TOCAN A TODAS!
¡LIBERTAD HUELGUISTAS ENCARCELADAS!
¡ABSOLUCIÓN PARA TODAS LAS COMPAÑERAS ENCAUSADAS EL 29M!
Grupo de apoyo a Javi del Clot